GenAI segura y ética
Desde la Universidad de Ciencias Aplicadas de Turku en Finlandia, Mika Suutari propone este diagrama para el empleo ético y prudente de la inteligencia artificial generativa. Pone el foco en la trascendencia de los efectos y el control de su daño potencial. Vamos con un ejemplo de aplicación.
Manuel estudia Fisioterapia y está preparando un proyecto sobre rehabilitación de lesiones deportivas. Decide utilizar un chatbot de IA para generar información sobre ejercicios y programas de rehabilitación.
Primero se pregunta cómo de importante es que la información generada por la IA sea precisa y segura. Al reconocer que sí, que es un aspecto crucial, evalúa si tiene el conocimiento necesario para verificar la validez de esa información. Obvio que sí, ¡Ya es casi titulado!
Finalmente, Manuel reflexiona sobre la responsabilidad legal y moral de una mala recomendación por parte de la IA. Podría causar daño a los pacientes. Utilizar la información directamente no sería seguro en un escenario real. Por tanto, busca alternativas. Contrasta con fuentes académicas fiables y recurre a la evaluación del contenido por parte de un fisioterapeuta profesional . Además de integrar el compromiso de supervisar de cerca y ajustar manual e individualmente los ejercicios para cada paciente según sea necesario.